(Probad a ponerla mientras leéis).http://youtu.be/L6NopU9K_8M
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Ingeniería Aeroespacial…
la vieja Aeronáutica… que ya desde bien pequeño supe de su existencia.
¡Sí! ¡Lo sabía! Ya desde hace tiempo tenía hecha mi cabeza a ello. Si quería estudiarla, si quería dedicarme a aquello que me gustase realmente tendría que irme de Málaga.
Muchos podrán pensar… “¡Ostras tío que chulada! Libertad total allí, ¿eh?” Otros, los más optimistas, -y a los que yo siempre admiraré más-“Es una nueva etapa de tu vida, te lo pasarás bien”. Realmente, hoy pienso que acabaré razonando de igual manera que ellos en un futuro. Pero… no creo ser un caso único, por ello deberá haber otro grupo, que al igual que yo opine que irte no suena muy bien del todo.
¿Irte de Málaga? ¡Por Dios!
Pues hala, ya estamos. A falta de muy poco para ello, en breves me “iré” de Málaga. Con vistas a luchar por un futuro prometedor y esperanzador. Un futuro que uno sólo se construirá con el trabajo y el esfuerzo de cada día. Un futuro, que suena alentador en su final… pero que no deja mucha cabida al disfrute en su camino. Y ese es el problema. Contra eso se intentará luchar. Para disfrutar de la vida, que como una muy buena amiga dijo alguna vez, “si pff, esto al fin y al cabo es un chiste”. Y así es.
Pero sí. Es algo chocante. Este año estudiantil que comienza no estarás en Málaga. Vete haciendo a la idea.
Y sí, desde aquí aprovecho y ya de camino decir a nuestra querida Universidad de Málaga, -UMA- que… ¿cómo es posible que la cuarta ciudad española con el aeropuerto de mayor tamaño, y la tercera donde el colosal Airbus 380 puede aterrizar no disponga de la carrera de Ingeniería Aeroespacial? Una carrera referencia a nivel de las nuevas tendencias tecnológicas.
Muchos hablan de que en Málaga no hay tradición aeronáutica. Eso es lo que opinan. Muy bien. Pero en ese sentido deberíamos recordar que en su tiempo el ingeniero Loring era el único fabricante de aeromodelos a nivel nacional desde Málaga. También la pericia a los mandos de su utilitario volador destacaban bastante en la figura de Carlos de Haya.
Es algo de reflexión esto que digo. Pero la UMA, esa gran Universidad debería pensar algo para implantar tal grado en Málaga, aunque en realidad eso no lo veo muy lejano.
MÁLAGA.
Ciudad de jazmines y azahares. Desde la calzada de la Trinidad hasta la iglesia del Carmen del Perchel. Desde aquel banco tan bonito en los jardines de su Ayuntamiento hasta lo alto del Castillo de Gibralfaro. Con sus biznagas que endulzan el pasear por sus calles. Con sus gentes tan abiertas y hospitalarias.
Málaga. Ciudad con más de tres milenios de historia. No se olvidará.
Esta ciudad me ha visto crecer. En cada una de sus calles y callejones podría contaros muchas historias. Historias que no solo le pasan a uno, sino a la mayor parte de los malagueños. Yo cuando salgo a las calles de mi ciudad, a pasear lo hago con alegría, disfrutando de ella. ¿Acaso Málaga no invita a ello?
¿Cuándo me podré hacer una escapada al puerto? O a mi lugar favorito…
Pasear por ese largo paseo marítimo que une a toda una gran ciudad.
Málaga ha sido y es ciudad de genios, como Picasso. Y grandes artistas de reconocido prestigio mundial, dígase Antonio Banderas.
En esas playas del Palo, hasta la ya con cariño playa de la Malagueta. O… en los mismísimos baños del Carmen.
Málaga no es una ciudad cualquiera. Hasta ahora parecía un panfleto propagandístico, ya que en parte me referí a lo puramente estético.
Pero hablar de Málaga, es hablar como no, de sus tradiciones. Sólo hay que bajar un día del Carmen al Palo mismo, y ver, observar. Paseando por esa misma zona, fijarse en aquellas barcazas alargadas, en las que en su día nuestros más humildes se ganaban la vida, las jábegas.
Málaga promete. Málaga es futuro.
Málaga ha sido ese escenario donde he llevado a cabo el primer acto de esta gran obra, la vida.
Por ello. Málaga, te voy a echar de menos.
Ahora toca cambiar. Olvidarse, por fin, de todos aquellos que no te aportan nada en la vida, para intentar seguir formándose uno como persona.
Cádiz se presenta al menos, como la ciudad que me permite, por ahora soñar. Soñar con que la gente. Por lo menos, podré “ilusionarme” con la gente al principio, luego ya veremos. Pero es mejor que aquí, que ya en muchos ámbitos se ve lo rastrero de determinados ambientes.
La incoherencia es algo que siempre estará ahí y con lo que habrá que convivir.
En estas últimas semanas. Muchos amigos, se han ido. Uno a Madrid. Otra a Granada. Otros que con el afán de conseguir sus sueños inicialmente no ha podido ser. Pero no por ello hay que decaer, como bien lo están demostrando. Sino simplemente jugar y cambiar las fichas. Nunca se sabe cuando el viento soplará a tu favor.
Llegados a este punto es cuando uno se da cuenta de que como bien dijo una niña en su momento, que ni si quiera se enterará que la estoy citando. “Nunca dejes que una persona se te haga necesaria”. Es gracioso a veces esto. Muchas veces pensamos que hablamos y que… ¿para qué voy a opinar si no voy a arreglar nada? Comentarios tan poco razonados siempre he escuchado y mucho. Esto es un simple ejemplo. Esa frase que dijo una niña en un momento determinado, dudo que pudiera pensar que llegara a mí. Y ahora, miradme. Aquí estoy hablando de esa frase que dijo y casi hago una tesis doctoral de ello.
Es cierto. Lleva razón. A veces hasta las personas más cercanas nos fallan. Todos somos humanos. Por ello si las haces necesarias en tu vida, puedes incluso llegar a depender de ella. Es duro. Pero cierto. No debemos dejar que nadie en nuestras vidas se haga nunca necesario. Porque siempre se podrá confundir y arrastrarnos con él/ella. Pero también es cierto que no todos somos iguales. Habrá que aprender a dar oportunidades, una, dos,…quien sabe si más. Pero no a todos por igual. Porque no todos lo merecerán ni lo valoraran si quiera, ya que hay muchos que dan prioridad en sus vidas a la apariencia, al yo tengo,… es duro, jaja pero incluso estas cosas de niños se siguen viendo hoy en día.
Habrá qué decidir quién vale y quién no. ¿Y quién soy para eso? YO.
Volviendo al tema de Málaga. Ahora Málaga pasa a convertirse en una ciudad de encuentro, para todos aquellos que nos vamos, o que simplemente se quedan aquí. Pero de encuentro siempre, ya que cuando quiera ver a mi gente, por ese simple hecho vendré a maravillarme con la gracia de esta tierra y con algunas de sus gentes.
En los últimos meses, he aprendido que siempre y para todo, el ser humano intenta atar las cosas por medio de las palabras. Como si se estableciera un contrato o algo.
El hombre por naturaleza intenta hacer para poseer algo. Y gracias a alguien, entendí en su momento que no hay que temer, que no hay que establecer ningún “contrato”, ninguna fecha de firma del mismo y que solo y únicamente con la CONFIANZA vale.
UN CONSEJO: CONFÍA EN TI MISMO QUE ESO EN TEORÍA NUNCA DEBERÍA FALLAR.
Y ya por último… en una gran charla que tuve el otro día con un gran “vigilante de estrellas” que no de nubes… xD Una persona que ha conseguido tanto. Una persona que luchó por sus sueños desde los 13-14 años y ahora ha llegado a lo que quería ser, y es un miembro de reconocido prestigio a nivel nacional e internacional en el campo científico, malagueño por cierto. Me dijo: “¡Nunca encumbres a nadie hacia los altares! Eso es muy peligroso. El único que se merece tal prestigio no está entre nosotros y lo sabes.” Pues lleva razón, siempre para conseguir metas el ser humano intenta seguir los pasos de alguien porque de alguna forma es lo seguro. ¡Pero no!
Es hora de olvidarse de todos. Marcarse nuestras propias metas y defender lo que realmente queremos.
Yo así lo veo. Hablaremos dentro de algunos años.
Mientras tanto… Málaga, muchas gracias por todo este tiempo.
-¡SEGUIREMOS CON NUESTROS SUEÑOS, YA QUE SON LA AUTÉNTICA FUENTE DE NUESTRA IMAGINACIÓN!.-
José María Ortega Hernández MA-26-9-11
